El circuito cerrado del líquido de lavado permite su reutilización durante varias horas, reduciendo el desperdicio energético y el consumo: el mismo agua se calienta una sola vez dentro del depósito y la alta presión garantiza la retención de la temperatura.
Además, la tecnología patentada de H2G reduce significativamente el tiempo de inactividad de la máquina. Ya no es necesario quitar las agujas, el tiempo medio es de una hora para limpiar dos placas de agujas compactas, hasta un máximo de 7 horas para una de prenda compleda con 5 fonturas, completa con Loopresser-bed. Pero no sólo eso: un lecho limpio significa producir de manera más eficiente, más rápida y sin romper agujas que, permaneciendo en la posición original, aseguran una realización uniforme de la prenda.
Por último, el personal ya no tendrá que entrar en contacto con agentes químicos peligrosos como el queroseno, utilizado durante años para limpiar cada aguja, y podrá dedicar su tiempo a actividades más rentables para la empresa.